Cunas, colchonetas, iglús… Cada vez existe una mayor variedad de camas para perros en el mercado.
Ante de comprar una cama para perro, te conviene tener en cuenta las características de tu mascota (raza, tamaño, peso…) y sus preferencias e incluso carácter: ¿prefiere dormir estirado o en forma de ovillo? ¿Pasas muchas horas en la cama o solo las necesarias para dormir?
Por otra parte, no olvides que cada tipo de cama para perros requerirá una inversión de dinero por tu cuenta, y necesitará una serie de cuidados para su limpieza y buen mantenimiento.
¿Qué tipos de camas para perros existen?
Dependiendo de la raza, del tamaño y del peso de tu mascota, existen varios tipos de camas para perros que pueden ajustar al tuyo. ¿Las conoces?
- Colchonetas: cojines mullidos, normalmente de forma rectangular u ovalada. Las razas más grandes requerirán una colchoneta más firme y gruesa, mientras que las pequeñas pueden sentirse cómodas incluso en un cojín.
- Cuna para perro borde: se tratan de camas para perros rodeadas de un borde mullido y elevado, que da una mayor sensación de protección y calor. Son buenas camas para perros grandes, ya que las razas de perros más pequeños, o las mascotas de edad avanzada, pueden encontrar incómodo tener que trepar el borde para acceder a la cama.
- Camas iglú: relativamente nuevas en el mercado, cuentan con una funda fija, a modo de techo, en la que el perro encuentra cobijo. Son adecuadas para razas pequeñas y no habituadas al frío del invierno.
Cuida y amortiza de tu cama para perros
Tras comprar una cama para tu perro, sobre todo si has hecho una inversión de dinero importante en ella, seguramente querrás que te dure el máximo tiempo posible. Para ello, es importante te preocupes por cuidarla de manera adecuada.
Ten en cuenta siempre las instrucciones de lavado, que variarán dependiendo del relleno de la cama, y trata de mantenerla siempre limpia y bien acondicionada.